Valoraciones de empresas

El valor de una empresa en un momento dado resulta fundamental de cara a la toma de determinadas decisiones por parte de inversores, proveedores de financiación u otros agentes del mercado. A pesar de que el valor de una empresa no deja de ser una cuestión de sentido común, el enfoque y las variables a considerar son diferentes en función de cada escenario en el que se plantee la valoración.

El valor de una empresa, en función de la perspectiva aplicada, no tiene que coincidir necesariamente con su valor contable, sino que existen múltiples variables adicionales que resulta conveniente contemplar y analizar.

Existen diferentes métodos de valoración, y la elección del método óptimo en función de las circunstancias de cada caso resulta crucial para que los resultados de la valoración realizada satisfagan las necesidades oportunas para la toma de decisiones.

Fundamentalmente, y sin perjuicio de las subdivisiones y consideraciones particulares de cada caso, los métodos de valoración podrían dividirse en tres grandes grupos:

Basados en los flujos de fondos: Ante una expectativa de continuidad

Basados en hipótesis de liquidación: Ante una expectativa de finalización de la actividad, es decir, de no continuidad de la empresa, o de la línea de negocio.

Basados en valoración del patrimonio en un momento determinado.